Nuestras razones

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Misión


Impulsar el desarrollo comunitario mediante procesos colectivos de educación, organización y autogestión; contribuyendo a la recreación de la cultura.

 

Visión


Que los proyectos que genere, apoye o en los que Adeco participe, impacten de manera positiva a corto, mediano y/o largo plazo en la calidad de vida de las personas y de las comunidades en las que se desarrollan. Y fomentar las relaciones de coordinación y cooperación entre Adeco y otras instituciones, organizaciones, grupos, comunidades e individuos; tanto nacionales como internacionales. De igual manera busca ser un interlocutor entre ellas.

Objetivos


  • Ser una organización capaz de generar y sostener proyectos que tengan permanencia y que impacten positivamente en la calidad de vida de sus beneficiarios fomentando la participación y organización comunitaria.
  • Contar con proyectos innovadores con constantes procesos de evaluación y mejora de sus programas y que sean multiplicadores de su esfuerzo.
  • Ser una organización multidisciplinaria que se posicione como punto de encuentro de diversos sectores de la sociedad civil interesados en el desarrollo comunitario.
  • Desarrollar investigación aplicada a proyectos para el desarrollo comunitario.
  • Ser una organización sostenible y con viabilidad financiera.
  • Tener altos niveles de confiabilidad y transparencia.
  • Contar con personal capacitado y actualizado en el campo de la planeación,desarrollo y evaluación de proyectos comunitarios.

 

Posicionamiento


En Adeco entendemos nuestro posicionamiento como el marco de referencia según el cual miramos y actuamos en el mundo. Hacerlo explícito nos permite, por un lado, establecer líneas de trabajo y acción para las actividades, iniciativas y programas de la organización; y por otro lado, pronunciarnos ante coyunturas, actores y movimientos que de manera cotidiana se presentan en nuestro entorno.

Desde nuestra perspectiva, la construcción de una sociedad más justa, incluyente y sustentable, requiere de un proceso de recreación cultural; es decir, las formas en las que nos relacionamos con otras personas y con el entorno. Consideramos indispensable cambiar la manera en la que miramos, nos aproximamos e intervenimos en los asuntos públicos, así como nuestros hábitos, actitudes y comportamientos, desde lo individual y lo colectivo.

Pensamos que una vía para lograr cambios como éste, de gran envergadura, es a través de la promoción de procesos de desarrollo comunitario; esto es, procesos en los que las personas, junto con sus comunidades evidencian, se apropian y desarrollan sus propios recursos[1] de una manera sustentable y colectiva. Esto significa que son las mismas comunidades quienes definen los caminos que quieren recorrer y los caminan, esto a partir de sus conocimientos, historias, intereses y significados.

De esta manera, nos posicionamos ante una estructura social que impide la recreación cultural en beneficio de las personas, negando la participación incluyente de los sujetos en sus propios contextos y decisiones.

Consideramos que este enfoque es susceptible de ser adoptado en todos los ámbitos sociales y que es deseable que así sea para facilitar la recreación cultural. Sin embargo, encontramos dos grandes retos para que esto suceda: el primero es generar mecanismos creativos para su implementación en los diversos ámbitos sociales; el segundo, crear estrategias para superar los obstáculos estructurales que la han frenado. Entre estos obstáculos se encuentran principalmente:

  • Una cultura social con participación pasiva, que lleva a la dependencia y al paternalismo, lo que se ve reflejado en los diferentes programas y políticas públicas.
  • La inexistencia de espacios recreativos, de expresión, políticos y de participación; o bien, su falta de diseño con una lógica de inclusión y recreación
  • El sistema educativo institucional, centrado en un modelo de educación bancaria, que no forma sujetos, no genera encuentros ni capacidades de colectivización y está dirigido a la formación por competencias, pensado desde la utilidad en el mercado de trabajo.
  • La represión por parte del gobierno a personas, organizaciones y movimientos sociales y políticos.
  • Los intereses económicos que obstaculizan la existencia y profundización de las reflexiones en torno al cambio social y el desarrollo comunitario.
  • No contamos con las habilidades para ello.

Si bien esta perspectiva puede ser incorporada en todos los ámbitos sociales, en Adeco incidimos e impulsamos aquellos relacionados con la educación no formal, a partir de procesos colectivos de organización y autogestión comunitaria, así como de recreación de la cultura.

[1] Cuando hablamos de sus propios recursos, nos referimos a los biológicos, psicológicos, sociales, culturales, ambientales, comunitarios y económicos; mismos que se desarrollan desde un proceso lógico-natural partiendo de las personas y comunidades como los principales actores sociales del mismo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]