
El pasado mes de septiembre reiniciamos las actividades de Tlalana en Chiapas, en la ciudad de San Cristóbal de las Casas donde, en conjunto con la asociación Germinalia A.C. ofrecemos el Taller de Elaboración de Proyectos por segunda ocasión, combinando la metodología y filosofía de Tlalana, con la experiencia en otros talleres y las redes sociales de la organización chiapaneca. En mayo de 2011 se llevó a cabo el primer taller conjunto, con facilitadores de Adeco y Germinalia, a través de 9 sesiones en las que se trabajó con un grupo de 20 jóvenes estudiantes de nivel bachillerato y licenciatura, la mayoría originarios y originarias de comunidades indígenas de los alrededores.
Esta primera experiencia fue bastante satisfactoria, ya que logramos formar 10 colectivos con los jóvenes, quienes plantearon distintos proyectos con enfoques culturales, educativos, productivos y ambientales. Otro elemento afortunado fue que, al concluir el proceso de planeación de los proyectos, pudimos vincular a los colectivos con otra asociación colaboradora, Ashoka México, quienes los invitaron a presentar sus proyectos en un Panel de Jóvenes Emprendedores, dentro del marco de su programa “Avancemos”, apoyándolos con un pequeño capital semilla para sus iniciativas. Actualmente estos colectivos se encuentran en la fase inicial de implementación de sus proyectos, en varias comunidades rurales y también en algunos barrios populares de San Cristóbal de las Casas, desarrollando bibliotecas comunitarias y ambulantes, campañas de reforestación, programas de reciclaje de basura, videos y fotonovelas sobre tradiciones y fiestas de sus pueblos, cooperativas cafetaleras y de artesanías, así como materiales educativos bilingües (español- tzotzil) para niños y jóvenes.
En el actual período (comprendido entre agosto y diciembre de 2011), están siendo capacitados 4 nuevos colectivos en San Cristóbal, a los cuales les deseamos mucho éxito en este proceso de definición de sus proyectos.
En este segundo taller, gracias al convenio elaborado entre Adeco y Germinalia, hemos hecho algunas modificaciones a la metodología previa, como un mayor número de sesiones, combinando además las dinámicas y temas planeados, junto con el seguimiento a los proyectos de los jóvenes del primer taller, quienes nos visitan para compartir sus experiencias acerca del tema a tratar en esa semana con los nuevos participantes, apoyándolos en el desarrollo de sus ideas gracias a lo vivido anteriormente, y ahora con la ejecución y gestión de sus propios proyectos. Esta nueva dinámica del taller ha ayudado a motivar a ambos grupos, a los nuevos cuando ven que otros jóvenes como ellos han logrado llevar más allá del papel y la reflexión sus iniciativas, y a los que ya están en ese proceso al poder transmitir sus experiencias y conocimientos a partir de lo que han aprendido, asumiéndose como valiosos actores de transformaciones sociales con impactos positivos y tangibles dentro de sus comunidades.
Se tiene planeado que ambas organizaciones sigamos trabajando en colaboración como hasta ahora, consolidando cada vez más colectivos de jóvenes interesados en participar en estos procesos de cambio; y al mismo tiempo estamos uniendo esfuerzos para fortalecer las redes ya formadas entre los colectivos que existen en varios estados del país, pues es parte de los objetivos principales de Tlalana, el que los jóvenes que se suman al movimiento vayan entretejiendo lazos de colaboración mutua que enriquezcan sus proyectos, amplíen sus alcances y multipliquen sus experiencias. Estaremos informando acerca de los resultados que arrojen los colectivos de la primera generación de jóvenes, así como del progreso de los nuevos proyectos que vayan surgiendo.
Otros grupos
El grupo de costureras de la industria maquiladora de Puebla, se constituyó como la Cooperativa Mujeres Insumisas y recibió un primer donativo por parte de una organización francesa. Con ese donativo pudieron hacer la compra de dos máquinas de coser y producir un primer lote de bolsas de mezclilla para venta; lo cual les permitirá recuperar su inversión, e invertir en la compra de más máquinas de coser para su producción planeada.
En noviembre, el colectivo obtuvo otras máquinas para trabajar, gracias al apoyo de compañeras solidarias con la causa. Ahora establecen el modelo de cooperativa y ya diseñan sus propios productos.
El grupo de Súchil, Veracruz, conformado por 13 mujeres y un hombre, decidió que su proyecto inicial será hacer una cafetería comunitaria, que sea un espacio de encuentro y de empleo para los jóvenes y para toda la comunidad. Han hecho un importante trabajo de gestión con autoridades locales, ya que la asamblea de ejidatarios le donó al colectivo un terreno para la construcción de la cafetería. Este colectivo se llama “La Voz de la Juventud: ideas, proyectos y desarrollo” y actualmente se encuentra elaborando el presupuesto de construcción y operación de su iniciativa.
Dos compañeras de este grupo viajaron a la Ciudad de México para asistir al primer campamento de mujeres activistas organizado por la organización civil Elige; estuvieron 4 días en capacitación, discusión, y difusión de proyectos con la intención de mejorar sus prácticas comunitarias.