La infinidad de prácticas culturales que día a día se pierden, representan un vacío en cada comunidad. Cuando se olvida la lengua materna, los sones, las danzas y los ritos a la montaña se pierde el espíritu: eso que somos, que fuimos e incluso eso que queremos ser. No se trata de revivir lo que se ha perdido, se trata de recrear y reinventar prácticas culturales que le significan a la comunidad.
Desde nuestro programa Canto que florece, tenemos ya año y medio trabajando ininterrumpidamente en la Sierra Norte de Puebla en conjunto con tres comités locales de la organización comunitaria Ciudemac (Comunidades Indígenas unidas por la defensa de nuestro maíz y nuestra cultura), la cual está conformada por más de 500 personas de 17 comunidades asentadas en los municipios de Tepetzintla, Tetela de Ocampo y Zacatlán de las Manzanas.
Estos lugares se caracterizan por ser de alta y muy alta marginación. Además fueron clasificados en 2005 por el Coneval con un alto índice de rezago social, una ponderación que resume cuatro indicadores de carencias sociales: educación, salud, servicios básicos y espacios de vivienda.
Con el objetivo de crear desde la comunidad una expresión propia de la vida cotidiana, los rituales y la cultura, estamos trabajando con tres Núcleos de Aprendizaje Musical (NAM) en las localidades de Tlamanca de Hernández, San Simón Chicontepec y Xaltatempa de Lucas. Son espacios gestionados y articulados por los propios comités locales de la Ciudemac y funcionan por medio del aprendizaje-enseñanza de la música, la recreación cultural y la construcción de espacios educativos autónomos y permanentes en donde Salvador junto con su hija Rosa Linda, músicos de Tlamanca, se han convertido en animadores culturales para dar continuidad a los espacios de enseñanza musical cada semana.
Lo que queremos es sonorizar la vida; construir nuevas formas de ser y estar con la comunidad; reencontrar ritos, danzas y sones que se están perdiendo o incluso están ya perdidos; revalorar la lengua materna y construir conjuntamente posibilidades de expresión de la cultura desde y con la comunidad.
Cómo lo estamos haciendo:
- Con tres Núcleos de Aprendizaje Musical (NAM) activos y que son multiedad y multinivel con un total de más de 45 personas.
- Formando animadores culturales locales, que son responsables de que el NAM permanezca en el tiempo.
- Cada NAM cuenta con una dotación instrumental básica de guitarras y violines, así como algunos otros materiales que son colectivos y cada comunidad es responsable de su buen uso y mantenimiento.
- Recuperando saberes a partir de las fiestas, rituales y música tradicional y vinculación con músicos tradicionales.
- Con el reconocimiento de saberes y recreación cultural, de la lengua náhuatl, de la música tradicional y la danza.
- Fortaleciendo la organización local y la identidad a través de la música.
- Coadyuvando a consolidar una visión de autonomía de los pueblos para fortalecer su identidad y prácticas culturales.
Cada día nos damos cuenta del importante papel que juegan la práctica y recreación cultural en la apropiación de los recursos, la organización, la toma de decisiones y el empoderamiento de las personas y la comunidad.